Si eres de los que solo toma cerveza con un sexto de limón, dame la mano, este post es para ti. Caminemos juntos hacia el magnífico mundo de las cervezas de calidad.
Cerveza, birra, chela o el meado de los dioses. Llámala como quieras. Lo importante es que la disfrutes como es debido. Cuando se piensa en cerveza inmediatamente viene a la meten playa, un momento refrescante o un congelador a -10˚. Pero esto no tiene que ser solo así. La mayoría de los consumidores la tienen catalogada como una bebida de verano, pero la cerveza se puede disfrutar todo el año. Hay que recordar que en los países donde nacieron los principales tipos de cerveza tienen inviernos largos y fríos. Gracias a estas temperaturas nacen las cervezas con cuerpo.

Durante el invierno los maestros cervecero, de la época, se vieron en la necesidad de crear recetas con porcentajes alcohólicos más altos para que el frío no las congelara. Por ende estas cervezas tiene mayor grado alcohólico y mucho más cuerpo. Pero ¿quién disfruta una bebida tan fría cuando afuera está a menos tanto? Allí esta el problema.

La publicidad nos ha mostrado que mientras la cerveza este más fría mejor. Eso solo pasa con las cervezas que necesitan limón (las botellas transparente dejan entrar luz esto hace que se dañe, el limón oculta los defectos y mejora el sabor). La temperatura en que se tienen que beber las cervezas va desde 0˚ a 16˚, dependiendo de su estilo. Si la bebida esta muy fría las papilas gustativas se duermen y no se disfruta del sabor. Normalmente las cervezas con mucho cuerpo se disfrutan a temperatura más altas, a partir de los 8˚ grados. Así el frío no opaca los aramos y el cuerpo. Además su sabor intenso es perfecto para maridar con los típicos platos que sirven en invierno. Así que aunque haga frío puedes disfrutar de una buena cerveza. Algunos de los estilos más populares para esta época son: Porter, Stout, Dubbel, Strong Scotch Ale, Barly Wine, entre otras.
Texto corregido por keilyn