No hay nada más feo y doloroso que un huevo seco. ¡Bienvenidos al post de los chinazos! 

Todos las proteínas tienen un punto óptimo para servir. Esto significa que esta se cocinó hasta que tuviera buen sabor, color, textura y quedara jugosa. Esto aplica también para los huevos.

Una de las recetas más maltratadas es la de huevos revueltos. Un plato que tiene que estar lleno de humedad y termina como cotufas de cine. Así que trabajemos para que tengas unos huevos perfectos. 

El calor: no estás haciendo una tortilla asiática. Trabaja con un temperatura media. El huevo tiene 74% de agua. Queremos evaporar solo una parte. Precalienta la sartén. Cuando agregues la mantequilla esta tiene que derretir poco a poco. Dejar a su paso una estela dorada llena de amor. 

¿Mantequilla o leche?  Algunas personas le ponen mucha mantequilla al sartén y otros solo le ponen lo justo, pero le agregan leche a la mezcla. Los dos son válidos. Si le pones mantequilla tendrás un sabor intenso y una textura más firme. La leche hará que tengas unos huevos más ligeros y húmedos. Yo soy #teamMantequilla. Algunas personas le agregan maicena/almidón, es un truco porque esta encapsula los líquidos, evita que quede seco. Si lo haces está bien, pero no es necesario. 

Batir: Hay dos momentos donde hay que darle fuerza a la mano. Mientras precaliente el sartén, agrega los huevos a un bowl, le pones la sal y con un tenedor los bates con fuerza, hasta que la yema y la clara se incorporen. La sal se agrega en este punto. Así se dividen las proteínas y quedan más tiernos. Durante la cocción batimos para que vaya evaporando el agua. Si revuelves mucho tendrás cuajadas más pequeñas, menos tendrás unas grandes. Lo importante es ir batiendo para que no se seque. Si sientes que está muy caliente y la estás cagando, mueve el sartén a una hornilla que esté apagada. Sigue revolviendo un rato y luego vuelves al fuego. Antes de terminar, agrega las especias que quieras. 

Antes de cocinar ten todo a la mano. Es una receta que se hace rápido. Si te pones a buscar el plato durante la cocción lo más seguro es que te pases. Acompáñalo con pan tostado y di orgulloso: ¡mis huevos están ricos y húmedos! 

Texto editado por Keilyn